books with folded pages

La desaparición de las editoriales independientes.

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Ha llegado un triste punto en el que cuando una editorial pequeña cierra no me sorprendo. Me enfado, me entristezco, pero me detengo un momento y en mi cabeza no tarda en aparecer el: «¿qué van a hacer si no?». Las editoriales independientes están en peligro y todavía estamos a tiempo de salvarlas.

Hace ya unos años que tomé una decisión de la que no me arrepiento lo más mínimo: apostar por las editoriales independientes, por escritores y escritoras noveles que se hacen un hueco en como pueden en este mundo. Y todo vino de un vistazo rápido a mi perfil de GoodReads y de darme cuenta de que apenas había leído libros de autores nacionales.

¿Qué pasaba? Que por entonces, quitando algún que otro escritor de renombre, la mayoría de autores nacionales estaban en manos de editoriales pequeñas (¿sigue siendo así? Lo percibo menos, la verdad). Roomie, Freya y Dorna fueron de las primeras editoriales independientes que conocí (ninguna de ellas existe ya), las primeras voces independientes (y nacionales) que leí. Y, además, fueron las primeras editoriales que me hicieron pensar que a lo mejor yo podría publicar algún día (mi primer relato enviado a una editorial fue a una antología de Dorna allá por 2018 o 2019).

Y ya no están.

Desde el punto de vista de los escritores es terrible: no solo porque nuestras oportunidades de darnos a conocer pasan, casi inequívocamente, por editoriales independientes, que muchas veces son las únicas que nos quieren dar una oportunidad, a nosotros y a nuestras historias, sino también porque volver a publicar una novela que ya ha estado publicada es muy difícil.

Pero obviemos cómo perjudica a los escritores, haciendo la labor de ser escritor cada vez más difícil. Hablemos de los lectores.

Las editoriales son empresas y el sector editorial es un negocio como cualquier otro, eso lo sabemos todos. Pero hay empresas más concienciadas en la necesidad de dar visibilidad a ciertos colectivos y ciertos problemas, aunque se vendan un poco peor o su trabajo de marketing tenga que crecer un poco.

Los grandes sellos son restaurantes de comida rápida y las independientes son sitios de comida casera. Darse el gusto de vez en cuando de algo poco sano está bien, pero no es sostenible a largo plazo. Con esto no quiero decir que lo que publican las editoriales grandes sea de mala calidad, pero sí creo que se ciñen mucho más en lo que es fácilmente vendible (y si tiene alto nivel de spicy en estas fechas mejor) por el menor coste posible y acabamos teniendo lo que tenemos ahora: portadas con IA, traducciones con IA, un mercado saturado. Ahora eso sí, unas ediciones con cantos pintados que quedan fenomenal en tiktok.

Hace mucho tiempo que decidí centrar mi contenido en redes (que no es que yo sea alguien relevante en este mundo) a la literatura independiente: editoriales y autores. Y tú, que me lees desde fuera puedes pensar que claro que lo hago, porque al final, ¿quién soy yo? Una escritora nacional independiente a quien conocen en su casa y dando gracias.

Apoyemos a una editorial independiente antes de que sea tarde:

Siren Books

Akane Editorial

Pato Ediciones

Raven Ediciones

Literup

Insólita Editorial

Ediciones en el mar

Munyx

Duermevela

Libellum

¿Alguna más? Te leo en los comentarios.

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