Remontémonos al año 2015. Poco antes o poco después de mi cumpleaños salió Todas las hadas del reino, un libro de Laura Gallego García que, no voy a mentir, me llamó la atención. El problema era que yo con la autora sentía que tenía una relación que iba y venía: había libros suyos que me encantaban y otros que ni fu ni fa. Así que una amiga me lo regaló. Fue una amiga con la misma devoción por los libros que yo, con la que incluso compartía libros.
Y qué gran acierto.
No fue el primer retelling que me leí porque ya me había leído Cinder y Scarlet el año anterior. Había visto la serie de Once Upon A Time o las temporadas que había entonces. Sabía más o menos lo que estaba leyendo, pero era la primera vez que leía algo que me metía tanto en un cuento como cuando era niña.
Y la protagonista, madre mía la protagonista.
Camelia, el hada que protagoniza Todas las hadas del reino, es un personaje gris. Al principio no lo parece, porque es un hada ¿no? ¿Cómo no van a ser las hadas personajes completamente puros y escasos de maldad?
Bueno, no te voy a destripar la novela, pero léela.
La frase de apertura.
Yo no soy muy de marcar o subrayar libros. Me gustaría serlo, porque me gusta cómo quedan estéticamente los libros, pero a mí, si me gustan, no me vale con ir a una página solo, a una frase y ya. No, yo necesito releerlos enteros (un gran problema, lo sé). Sin embargo, a veces las frases marcan, te llegan, por el momento que es, por el motivo que sea. Y esta fue una de ellas:

En 2015 ya escribía, aunque ni por asomo me esperaba que acabaría publicando y considerándome la escritora que me considero. Sin embargo, una inocente Natalia tenía un documento en su ordenador con frases que le gustaban y que a lo mejor en algún momento le venían bien. Ya fuera para subirlas como descripción en instagram, para compartirlas de forma aleatoria en twitter… o para empezar su novela en algún momento.
Y no la introduje así como así, ni mucho menos. La protagonista de Cuando el búho se despierte, Bèatrice, hace algo moralmente cuestionable y ya no hay nada que pueda hacer para cambiarlo. Solo, como bien dice la cita, compensarlo de alguna manera.
Aparecen por la novela.
Conoces la historia de La Bella Durmiente, ¿verdad? En la película de Disney se nombran solo tres hadas, pero en otras versiones del cuento hay varias. Si encuentras en la novela la expresión «todas las hadas del reino» ha sido completamente a propósito.
Personajes grises.
En serio, necesito que leáis Todas las hadas del reino. No os quiero spoilear nada y de hecho las protagonistas no se parecen, pero se explora la moralidad, el hecho de hacer algo que sabes que no es correcto, pero es eso o tu vida.
La ambientación.
Lo que más tienen en común las dos novelas, sin duda, es la ambientación. Ese sumergirte en un cuento como cuando eras pequeña, ese meterte en el bosque, en una aldea antigua, en un mundo de fantasía como en los cuentos de hadas. Este es el punto que más me hace pensar que, si te gustó Todas las hadas del reino te gustará Cuando el búho se despierte.
Mención a varios cuentos.
Realmente, Todas las hadas del reino no es solo un retelling, sino una especie de crossover, una historia que mezcla varias historias, referencias a varios cuentos y no solo una nueva versión de uno. Esto no es tan evidente en Cuando el búho se despierte, pero sí que, aunque el cuento principal que versiona es La Bella Durmiente, hay menciones a otros. Por ejemplo, a La hija del molinero.
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