Con el 8M a la vuelta de la esquina, presiento la llegada de cientos de posts reivindicando autoras de género, seguramente incluso algunas nacionales (que siempre es bien) y el papel de las autoras en la literatura. Y está genial, pero debemos de ser conscientes de la importancia de leer autoras más allá del mes de marzo porque es el día de la mujer trabajadora, o más allá de octubre porque es el mes de leer autoras.
Y puede que a lo mejor te parezca una hipócrita ahora mismo, sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado escribí este otro post, pero ahí lo que quería reivindicar era que se diera importancia a la literatura nacional (como siempre).
¿Se leen más autoras que antes?
Yo te diría que sí, al menos por redes sociales. Pero las redes sociales no lo son todo, y lo vemos a diario. En redes, te diría que las autoras brillan mucho más, pero al salir ahí fuera la cosa cambia. Porque se siguen etiquetando a las autoras en literatura juvenil aunque no lo sea (ningún problema con la literatura juvenil, pero entendéis a dónde quiero ir a parar), se meten en la categoría de romance aunque la carga romántica del libro sea pequeña (como le pasó recientemente a Andrea Tomé). La brecha de género sigue presente y más si nos vamos a autoras independientes.
Así que es importantísimo leer autoras, pero también hablar de ellas, regalarlas, compartirlas, apoyarlas con un like, asistiendo a un evento, compartiendo sus publicaciones. Es mucho lo que podemos hacer por poco o nada de dinero. Al principio tendrás que hacerlo de forma consciente, quizá, como siempre que tienes que hacer un cambio, pero luego será algo que saldrá solo.
Autoras que he descubierto en el último año.
No se me ocurría mejor manera de reivindicar leer autoras durante todo el año que nombrar, precisamente, a las autoras que yo descubrí durante el pasado año. Vamos allá.
Descubrí a Gema del Castillo por su cuenta de tiktok y no pude hacer otra cosa que no fuera seguirla. Ahora leo cada semana su newsletter en substack y en verano me leí el libro que tiene con Ediciones En el mar, Dama de pueblo. El verano me pareció el momento perfecto para leer esta novela, desde luego.
Ahora estoy pendiente de todo lo que hace, porque me parece una mujer listísima y de la que aprender muchísimo.
De hecho, fue la propia Gema del Castillo quien me llevó a descubrir a otra autora: Beatriz Serrano. ¿Estoy en una época de mi vida de leer algo más de mujeres treintañeras que están descontentas? No sé, quizá, al menos en ese momento lo estaba.
El descontento fue suficiente como para animarme a seguir leyendo a la autora, que justo en 2024 fue finalista al Premio Planeta (para quien signifique algo). No soy yo muy de guiarme por esas etiquetas, pero me he apuntado también Fuego en la garganta.
Cuando hay libros nacionales independientes en plataformas de suscripción, lo considero la señal que necesitaba para terminar de leerlo. Y eso me pasó con Celia Corral-Vázquez y su Puedes llamarme Espátula. Encontré el audiolibro y después de participar en el evento de la editorial que la respalda, Droids and Druids, no pude evitar lanzarme a por ella.
Es lo primero que leo de Celia pero con esta originalidad seguro que no es lo último.
Por motivos creativos, estoy en mi dark academia era. Así que cuando me enteré de que este libro de Patricia Ibárcena, Hijos Dorados, era uno ambientado en una facultad de derecho, me lancé a por él. De nuevo, solo necesité un vídeo de Youtube para convencerme de leerlo (de ahí la importancia de compartir y hablar de lo que se lee).
Llegada la Navidad, apetecía un poco leer algo más ambientado en esta época. Las antologías son una excelente oportunidad para descubrir nuevas autoras y no voy a negarlo: le tenía el ojo echado hacía tiempo a Noches de Navidad. Me pasó un poco lo mismo que con Celia: lo encontré en una plataforma de suscripción y dije: a por él. Además, también puedes solicitar los libros de Duermevela en ebiblio y leerlos gratis. Pero si eres más tradicional, aquí te dejo el link.
Y para terminar la temporada navideña, leí este libro a través de Nextory. Lo que esperaba de él era una comedia navideña como cualquiera que me pudiera encontrar en una película que sale por esta época, algo así como Un papá en apuros, pero versión novela. Y vaya si lo encontré. Tamara Molina me sorprendió gratamente con esta novela, dándome justo lo que buscaba.
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